El COVID-19 es extremadamente contagioso. Hasta el momento se cree que el mayor riesgo de contagio se produce al estar en contacto con una persona infectada. Los CDC explican que el virus se propaga través de las gotitas respiratorias que se producen cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. Estas gotitas pueden terminar en la boca o en la nariz de quienes se encuentran cerca e infectarlo. El COVID-19 también puede propagarse a través de personas infectadas que no presentan síntomas. Estas formas de contagio rigen también para los bebitos recién nacidos.
De este modo, si los recién nacidos están en contacto con una persona infectada también pueden contagiarse COVID-19. La buena noticia es que la mayoría de los recién nacidos que se contagiaron COVID-19 tuvieron síntomas leves o ningún síntoma y se recuperaron por completo. Sin embargo, aclaran los CDC, hay algunos casos de recién nacidos que desarrollan una enfermedad grave. Por este motivo es necesario tomar todos los recaudos para evitar que el recién nacido contraiga COVID-19. Estos recaudos y medidas de prevención incluyen a los padres, a los cuidadores y a cualquier persona que se acerque al bebé. Todos deben extremar las precauciones y respetar las normas sanitarias para proteger al recién nacido.
Si la mamá tiene COVID-19 lo recomendable, para proteger al bebé, es la separación temporal del bebé de su madre y, por supuesto de cualquier persona infectada. Si bien los CDC reconocen que el lugar ideal para el cuidado de un recién nacido sano durante la hospitalización es la habitación de la madre, opinan que se debe considerar la separación temporal para reducir el riesgo de contagio del virus de la madre al recién nacido.
Si la madre con COVID-19 que elige una separación temporal para no contagiar a su bebé desea amamantar, debe extraerse la leche materna y tener un cuidador sano que alimente al recién nacido con la leche materna extraída.
Por otro lado, si la madre con COVID-19 no elige la separación temporal, debe tomar precauciones para evitar transmitir el virus al recién nacido. Estas precauciones son lavarse las manos antes de tocar al bebé y usar mascarilla cuando esté a 6 pies de distancia del recién nacido.
Estas precauciones deben continuarse en el hogar hasta que la madre haya superado la enfermedad, y esté segura de no transmitir el virus a su pequeño.