Asheville.-  Un niño de 6 años de Carolina del Norte fue víctima del virus de la encefalitis La Crosse (LACV) tras ser picado por un mosquito, según conto su madre mediante las redes sociales. El menor logró ser atendido a tiempo y se recupera en la sala de cuidado intensivo de un hospital en Asheville

Lorianne Surret, publicó en su cuenta de Facebook que su pequeño hijo Noha, de repente comenzó a experimentar fuertes dolores de cabeza. Al principio, dijo, no advirtieron que se trataba de algo serio y solo le dieron medicinas para el dolor.

El niño pasó la noche con dos de sus hermanos en casa de sus abuelos y fueron ellos quienes decidieron llamar a emergencias ya que lejos de mejorar, empeoraba velozmente.

Los médicos de Mission Hopital, después de diferentes exámenes, diagnosticaron a Noah con encefalitis La Crosse, una rara afección que se transmite a través de los mosquitos enfermos y que puede causar inflamación en el cerebro.

Según el CDC, el virus de la encefalitis La Crosse (LACV) se transmite a los humanos por la picadura de un tipo de mosquito (triseriatus). La mayoría de los casos de la enfermedad de LACV ocurren en los estados del centroeste del país. En Carolina del Norte, del 2007 al 2016, se registraron 163 casos relacionados con el virus.

 

Muchas personas infectadas con LACV no tienen síntomas aparentes. Los síntomas iniciales incluyen fiebre, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y cansancio. Algunos pacientes desarrollan una enfermedad neuroinvasiva grave (enfermedad que afecta el sistema nervioso).

La enfermedad grave de LACV a menudo implica encefalitis (una inflamación del cerebro) y puede incluir convulsiones, coma y parálisis. Esto ocurre con mayor frecuencia en niños menores de 16 años.

No existe un tratamiento específico para la infección por LACV, la atención se basa en los síntomas, por lo que es importante acudir al médico para un diagnóstico certero.

La mejor forma de reducir el riesgo de infección con LACV u otros virus transmitidos por mosquitos es prevenir las picaduras con el uso de repelente contra insectos, el uso de mangas largas, pantalones largos y calcetines o incluso quedarse dentro de casa durante el día debido a que los mosquitos están activos hasta antes del anochecer.

Lorianne Surret, quien además es madre de otros 4 niños, sostiene que su relato busca prevenir a otros padres para que puedan proteger a sus niños de las picaduras de mosquitos que parecen inocuas.

“Es miércoles por la mañana y mi bebé es el mismo que ha tomado antibióticos, medicamentos anticonvulsivos, Tylenol, ibuprofeno y morfina. Duerme el 99% del tiempo y solo responde unas pocas veces al día, principalmente cuando los medicamentos para el dolor se están acabando y se siente incómodo. Dijeron que llegará el momento que su cuerpo comience a pelear, progresará bastante rápido, es solo llegar a ese punto”, escribió en Facebook.