Burlington.- Las acciones de los oficiales de policía que en julio balearon y causaron la muerte a un mexicano armado con un machete en Burlington, fueron “dentro del marco de la ley”.

El Departamento de Policía de Burlington anunció que tanto la investigación interna realizada por la agencia local como la que hizo el Buró Estatal de Investigaciones (SBI) llegaron a esta misma conclusión.

Rosalio Hernández Ortega, de 33 años, falleció el 23 de julio frente a la residencia donde vivía en 2214 Dorsett, tras un percance con los uniformados que terminaron disparándole.

De acuerdo con un comunicado, apoyado de los informes de la investigación realizada por ambas dependencias, el fiscal Pat Nadolski concluyó que la conducta de los oficiales y su uso de fuerza cayeron dentro del “marco de la ley”, específicamente debido a que los policías fueron amenazados de muerte o de sufrir lesiones graves.

El sargento Richard Marsh y el oficial Alek Ayer quedaron libres de culpa y volvieron a sus labores cotidianas, informó la Policía de Burlington.

Según las autoridades, en la tarde del 23 de julio, Hernández Ortega actuaba de una manera “errática”. Los oficiales que respondieron a una llamada del 911 encontraron al sujeto cortando las llantas de un automóvil con un machete.

Hernández Ortega desobedeció órdenes de los oficiales, quienes intentaron neutralizarlo con choques eléctricos, aunque no tuvo mucho efecto.

Entonces, de acuerdo con un comunicado sobre el caso, el hispano movió el machete de una manera amenazante para los oficiales, quienes lo ultimaron.

El incidente habría tenido una duración aproximada de ocho minutos.

Ninguna de las averiguaciones descubrió por qué Hernández Ortega atacó a los oficiales, aunque en una grabación de la comunicación por radio de la policía se esucha a uno de los oficiales pedir ayuda por el estado mental del sospechoso.

Tráfico humano
El violento episodio del 23 de julio alertó a las autoridades sobre una red de tráfico humano, que operaba en la misma residencia donde ocurrieron los hechos.

El 16 de agosto, se llevó a cabo un cateo en el restaurante Hibachi Buffet de Burlington, donde ocurrieron varios arrestos, incluídos relacionados con inmigración.

Se reveló que esta segunda averiguación se vinculó a evidencia que agentes encontraron mientras investigaban el tiroteo.