Madrid, 20 ene (EFE).- La estadounidense Mikaela Shiffrin, con 23 años la nueva reina del esquí alpino ganó con maestría el gigante de Cortina d'Ampezzo (Italia), donde escenificó este domingo el traspaso de poderes en el deporte rey invernal con su compatriota Lindsey Vonn, de 34, la esquiadora más mediática del último decenio.

Shiffrin, de niña prodigio a devoradora de récords, confirmó este domingo que sólo una desgracia impedirá que se haga con su tercera gran Bola de Cristal. Sumó su undécima victoria de la temporada, la quincuagésima cuarta en la Copa del Mundo, una competición en la que a su edad nadie había logrado, ni de lejos, esa cifra; y en la que Vonn -la mujer más laureada, con 82 triunfos- empezó a ver cada vez más complicado el objetivo de superar el récord histórico de Ingemar Stenmark, 86 veces ganador para Suecia.

Vonn, oro olímpico, doble campeona mundial y cuádruple ganadora de la Copa del Mundo, cuyo palmarés sería aún muchísimo más sobresaliente de no haber sufrido tantas lesiones, se presentaba como la gran atracción este fin de semana en la bella estación de los Dolomitas.

En Cortina había superado en enero de 2015, en presencia del golfista Tiger Woods, su novio entonces, el récord de triunfos en Copa del Mundo -vigente durante 35 años- de la austriaca Annemarie Moser-Pröll (62), la gran campeona de los 70. Y en la mítica pista Tofana había festejado doce victorias, cifra que sólo mejora en otra estación, la canadiense de Lake Louise, su 'salón de té'. En la que, con 18, detenta el récord absoluto de éxitos en un mismo escenario.

Vonn regresaba después de su enésima lesión. Y Shiffrin, que el pasado mes de diciembre entró en el selecto club -de 7 y en el que lleva años su compatriota- de ganadoras en todas las disciplinas, demostró inteligencia y respeto, al anunciar que no disputaría ninguno de los dos descensos. En los que, tras más de cien carreras sin victoria, la austriaca Ramona Siebenhofer festejó un inesperado doblete; y que Lindsey -Kildow de soltera y que mantiene su apellido de casada pese a haberse divorciado de su ex entrenador, Thomas Vonn, antiguo integrante del 'US Team'- acabó decimoquinta y novena.

Shiffrin, el oro olímpico más joven de la historia en eslalon -su gran especialidad, con tres títulos mundiales y cinco Copas del Mundo, en la que ninguna iguala sus 37 victorias (que sólo supera, con 40, Stenmark)- se apartó con respeto. Pero este domingo volvió a irrumpir de forma explosiva.

Igualó los 54 triunfos del austriaco Hermann Maier, 'Herminator', el más espectacular campeón de todos los tiempos. Y ya sólo tiene por delante a Moser-Pröll (62), al austriaco Marcel Hirscher (67) -plusmarquista absoluto, con siete triunfos finales en el certamen, que lidera claramente esta temporada-, a la propia Vonn (82) y a Stenmark (86).

Mikaela logró su undécimo triunfo del curso, colocándose a sólo dos de otro récord, el de Hirscher -tercero este domingo en el eslalon de Wengen, que ganó Noel Clement, la nueva perla gala-. El astro salzburgués, de 29 años, igualó la pasada campaña los 13 éxitos que en una misma temporada habían logrado con anterioridad Maier y Stenmark. Una plusmarca que, salvo desgracia, superará, con creces y esta misma temporada, la estrella de Vail (Colorado).

Vonn se salió de recorrido en el 'súper', el tercero de tres que gana este curso Shiffrin, que amplió su curva y pasó de especialista técnica a campeona multidisciplinar. Lindsey, que, tras ganar bronce en el descenso de los Juegos de PyeongChang (Corea del Sur), decidió prolongar su carrera con miras únicamente al récord de Stenmark, salió de Cortina entre lágrimas y replanteándose si no sería mejor abandonar ya mismo la alta competición.

"No quería dejarlo, pero no puedo seguir. Los dolores que tengo en la rodilla son demasiado grandes; y ya no sé qué hacer para remediarlo", explicó Vonn, en Cortina, a la televisión austriaca ORF, a la que respondió que seguramente la de este domingo haya sido su última prueba en la Copa del Mundo.

"Debo pensarlo aún, pero podría ser", admitió la campeona de Minesota. "Tengo que considerarlo", apuntó Lindsey.

Adrian R. Huber