Denver (EE.UU.), 10 mar (EFE).- El empuje de la Administración del presidente Donald Trump a la política migratoria ha supuesto un efecto llamada para que abogados se capaciten en masa para responder a la demanda de decenas de miles de inmigrantes y refugiados.

"Hemos visto un claro aumento en la cantidad de abogados asistiendo a nuestras clases y cursos porque ellos entienden, y esa es una de las mayores razones, que tienen que ayudar a sus clientes con temas migratorios, aunque ellos mismos no se especialicen en inmigración", explicó a Efe Reid Trautz, director del Centro de Práctica y Profesionalismo de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración (AILA).

"Los abogados trabajando para firmas (bufetes) también participan de estas clases sobre familias e inmigración porque sus clientes ya están siendo afectados", agregó.

Trautz puntualizó que aunque aún no existen números concretos de cuántos abogados no expertos en inmigración se están capacitando ahora en esa especialidad, "no caben dudas" que el número es importante y que el crecimiento en el interés de estudiar leyes inmigratorias es real.

Ejemplo de ese interés sucedió el pasado viernes 23 de febrero cuando más de 140 abogados asistieron en Denver, Colorado, a una clase ofrecida por la Red de Defensoría de Inmigrantes de las Montañas Rocosas (RMIAN) que estaba enfocada en representación legal de menores no acompañados. Otros 20 abogados no pudieron participar por falta de cupo.

En aquel momento, la directora ejecutiva de RMIAN, Mekela Goehring, caracterizó la situación como "sin precedentes" y "alentadora".

RMIAN ofrecerá el próximo 4 de abril otra clase esta vez enfocada en defensa y representación de adultos, y nuevamente se anticipa una masiva participación de interesados que podrán sobrepasar el espacio disponible.

El accionar de esos "nuevos" abogados resultará de beneficio para la comunidad y generará alivio al millón de personas que corren el riesgo de ser deportados, a los miles de extranjeros que ya no podrán llegar o quedarse en el país, y a los cerca de 80.000 refugiados a quienes ahora Estados Unidos ya no recibirá.

La razón de la esperanza para los inmigrantes y refugiados, según información difundida por RMIAN, radica no solamente en el contenido técnico de las clases, sino también en el hecho que muchos de esos abogados ahora se preparan para ofrecer sus servicios rápidamente en lugares no tradicionales, como sucedió recientemente en los aeropuertos.

Además, también se beneficiarían las organizaciones sin fines de lucro que, aunque no enfocadas en inmigración, asisten a inmigrantes como parte de sus programas de ayuda a los menos favorecidos, y ahora, por necesidad, refieren personas a abogados de inmigración.

"Muchos nos llaman no para pedir comida, sino para pedir recursos de inmigración. Saben que no es lo que hacemos, pero igual nos llaman y piden nombres de abogados dispuestos a tomar sus casos", comentó Ellie Agar, especialista en comunicaciones con Hunger Free Colorado (Colorado Sin Hambre).

Agar indicó que es por eso que han compilado una lista de abogados y de recursos de inmigración que ahora comparten con quienes llaman.

Entre los abogados de esa lista figura la ecuatoriana Belén Albuja, quien ejerce como abogada de inmigración en Denver.

"Cuando yo me gradué hace siete años, no había lugar para los abogados de inmigración en los bufetes. Teníamos que ejercer solos. Pero ahora existen amplias oportunidades en los bufetes y hasta es algo que impulsan las asociaciones estatales de abogados", declaró Albuja, quien también es miembro de AILA.

Ese nuevo "respeto" por los abogados de inmigración ha creado oportunidades para formar "equipos de respuesta rápida", especialmente para casos de personas buscando asilo, compuestos en su totalidad por abogados voluntarios, y para especializarse en defensa del tratamiento de los inmigrantes.

A pesar del alto interés por los aspectos legales, una de las clases más pedidas es la clase de salud mental para abogados.

"Recibimos muchas llamadas de familias desesperadas y esto es solo el inicio de lo que vendrá. Por eso necesitamos cuidar nuestra salud mental. Lo positivo es que ahora vemos la unidad de los abogados", aseveró Albuja.

"Este es un nuevo capítulo en Estados Unidos, por lo que tenemos que estar preparados para multiplicar nuestros esfuerzos, educar a la comunidad y comunicarnos mejor con ella", agregó.

"Y en estos tiempos se necesitan más abogados especializados, no generalistas, porque hay muchas oportunidades de trabajo para ellos", concluyó.