San Salvador, 10 may (EFE).- La cifra de homicidios en El Salvador ha bajado un 14,7 % en lo que va de este año respecto al mismo lapso de 2018, informó este viernes un portavoz de la Policía Nacional Civil (PNC).

La fuente señaló que entre el 1 de enero y el 9 de mayo del año en curso se registraron al menos 1.147 homicidios, frente a los 1.345 computados en 2018, lo que supone una reducción de 198 asesinatos.

El portavoz policial apuntó, sin explicar las razones que han desencadenado la baja, que solo en los primeros días de mayo se han registrado 89 homicidios y que el promedio diario de muertes violentas del año es de 8,9.

El país ha logrado mantener esta tendencia a la baja en la cifra de asesinatos pese a un recrudecimiento de la violencia homicida por parte de las pandillas desde abril pasado.

La Policía explicó a finales de dicho mes mediante un comunicado que la Mara Salvatrucha (MS13) y las facciones Revolucionarios y Sureños del Barrio 18 realizan "recomposiciones" de sus liderazgos y "purgas internas".

Uno de los crímenes con mayor número de víctimas se registró el pasado 7 de mayo en una localidad del sur del país, donde 6 hombres fueron atados de las manos y asesinados a tiros por un grupo armado no identificado.

Por otra parte, el portavoz de la Policía indicó que se registra una baja en los homicidios de mujeres del 27,8 %, pasando de 165 asesinatos en 2018 a 119 muertes violentas en la actualidad.

Las tasas de homicidios de entre 103 y 50,3 por cada 100.000 habitantes registradas entre 2015 y 2018 colocan a El Salvador como uno de los países más violentos del mundo, pese a que no se encuentra en guerra.

No obstante, las autoridades militares señalan que existe un conflicto armado de "baja intensidad" por los constantes enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y las pandillas.

En dichas reyertas mueren principalmente pandilleros, por lo que diversas organizaciones sociales han señalado que en las mismas se han dado ejecuciones extrajudiciales.

Según los analistas, las "maras" son uno de los principales problemas que el presidente electo salvadoreño, Nayib Bukele, deberá enfrentar tras tomar el poder el 1 de junio.