Parece ser que el séptimo año es un año bisagra para los matrimonios. Algo se estanca. El amor y el entusiasmo no fluyen como antes. Aparecen tentaciones peligrosas. La fantasía de tener una aventura con otra persona empieza a sonar con más fuerza en la cabeza. Según la creencia popular las relaciones de pareja pasan por una fuerte crisis  en el séptimo año. Y a esta crisis se la conoce como “la comezón del séptimo año”. ¿De dónde surge esta idea?

El nombre  proviene de una obra teatral de George Axelrod, estrenada en Broadway en 1952. Más tarde, en el año 1955,   se estrenó  a la famosa película de Billy Wilder que también se llama La comezón del séptimo año (The seven year itch).

La película plantea la enorme tentación que tiene un hombre casado  ante los coqueteos de su vecina (Marylin Monroe), a los que finalmente no sucumbe por respeto a su familia.

A partir de estas obras se popularizó la idea del peligro del séptimo año para las parejas. ¿Pero cuánto hay de cierto en esto? ¿Es una realidad o un mito producto de la ficción?

El psicólogo Karl Pillemer, en una entrevista para Huffington Post  explica que en verdad no existen evidencias científicas de que se produzcan problemas maritales exactamente a los 7 años de relación, sino que ese número es un promedio.

Dice el psicólogo: “Las parejas no deben temer al séptimo año como una amenaza única. Los estudios muestran que, en promedio, la satisfacción conyugal y la calidad general caen durante los primeros años en que las personas están juntas, cuando la ‘vida real’, y en particular los niños, entran en escena“.

La realidad es que, después de muchos años de estar en pareja comienza una etapa más rutinaria. La vida ya no es tan divertida. Hay deudas, niños que cuidar, labores que atender, cansancio, preocupaciones, miedos. Todo esto puede armar un combo letal para el amor de pareja. La fantasía de infidelidad empieza a rodar con mayor frecuencia. Puede ser que aparezcan terceros que resulten más seductores y atractivos que la propia pareja. Lo que se había construido hasta el momento parece pender de un hilo.

La crisis puede darse en el séptimo año, pero también en el sexto, octavo, etc. La falta de novedad, la rutina, la costumbre, son algunos de los enemigos de las parejas que, con el tiempo, empiezan a provocar la famosa comezón.

Obviamente, se trata de una crisis. Superarla o no, dependerá de la capacidad de la pareja para renovarse.

Algunas indicaciones para superar las crisis

  1. Darle espacio al diálogo: busquen un momento para hablar. Mantener la comunicación y el interés por el otro es fundamental. La falta de comunicación es un factor importante en la picazón de los 7 años. Tómese el tiempo para hablar con su pareja todos los días.
  2. Entender que algunas etapas son más exigidas: cumplir con horarios, rutinas y responsabilidades es agotador. Al estar cansados, es más fácil que surjan fricciones y discusiones. Por eso, es clave ser pacientes y tolerantes. Y saber aceptar momentos de frustración.
  3. 3. Buscar espacios para estar solos: una pareja necesita tener tiempo para hablar, mimarse, escucharse y reencontrarse. Es fundamental hacerse el tiempo y el espacio para tener momentos de intimidad. Descuidar la intimidad es un error fatal que puede llevar a la destrucción de la pareja.
  4. Combatir el aburrimiento: Un estudio realizado por la Universidad de Michigan y la Universidad de Stony Brook descubrió que el aburrimiento es una de las mayores causas de la comezón del séptimo año. Es recomendable hacer una nueva actividad juntos como pareja. Compartir actividades y experiencias nuevas. Sorprenderse juntos es esencial. No hay que permitir que la relación se convierta en algo aburrido.
  5. Programar una cita nocturna: Las obligaciones pueden reducir el tiempo que antes le dedicaban al romance. Programar una cita nocturna, vestirse especialmente para la ocasión, volver a seducir y a conquistar a su pareja puede ayudar a recuperar el romanticismo.
  6. Desarrollar nuevos intereses: el aburrimiento en la vida es peligroso. Busque cosas nuevas que lo entusiasmen. Esto también le dará más cosas de que hablar y le ayudará con su pareja.
  7. Reconocer el problema: aceptar que algo no está funcionando entre ustedes  significa que podrán tratar la crisis de manera más eficiente. Recuerde que siempre puede buscar ayuda profesional si la crisis es muy aguda.
  8. Hacer una lista de pros y contras: anote todo lo que perdería si deja su relación actual y lo que cree que ganaría. A veces, ver las cosas por escrito, ayuda a valorar y a elegir lo que uno quiere y necesita. 

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