Toda persona nacida entre 1981 y 1996  forma parte de lo que se ha llamado la “Generación Millennial”. Son los jóvenes de hoy. Se manejan como pez en el agua con la tecnología. Están hiperconectados. Son los que están construyendo el mundo del futuro. Están en el centro de la escena. Son inconformistas. Aman los desafíos. Buscan romper sus límites. Según un estudio de Universum Global, en el año 2020 representarán el 50% de la fuerza laboral. Son globales. Para ellos los territorios no tienen límites. Trabajan, crean, arman familias, se despliegan, ocupan puestos de poder, dirigen empresas. Se proyectan. Se arriesgan. Dicen saber lo que quieren. Quieren tener muchas experiencias y disfrutar de la vida. Son independientes y emprendedores. Son “multitarea”. Son nativos digitales. Están continuamente conectados, compartiendo información y consultando la de otros. Son sociables y consumistas. Quieren ser exitosos y vivir en un mundo mejor. Son creativos y únicos.

Sin embargo, esta bella generación de jóvenes tiene un grave problema: se siente agotada.

Un estudio que realizado el Colorado Department of Instructions, Estados Unidos, revela que las personas que tienen entre 22 a los 38 años podrían pertenecer a la denominada “Generación Agotada”.  Dicen que estos jóvenes prefieren disfrutar de un momento de descanso, antes que hacer actividades, debido al cansancio cotidiano.

¿Qué ha pasado con la energía y la potencia de la juventud? ¿Dónde está esa edad dorada en la que el cansancio no llega nunca? Parece ser que con los modos de vida actuales hemos desmoronado ese mítico estado juvenil de vitalidad, entusiasmo y fuerza constante.

 

Los jóvenes están agotados

De acuerdo con el informe, publicado en el sitio web de la institución, esto se empieza manifestar desde el colegio. El simple hecho de posponer las actividades o dejar las tareas a último minuto además de provocar apatía, también provoca agotamiento mental y físico.

 

¿A qué se debe esta situación?  

Los factores son múltiples. El estrés, las presiones laborales y sociales, las demandas externas e internas, la hiperconectividad, las propias exigencias, son algunos de estos factores.
Todos coinciden en señalar que “el estrés puede ser más agotador que correr un maratón.”

¿Estamos frente a una generación estresada?

Una de las fuentes de estrés, según los expertos, es el modo de trabajo contemporáneo. Las presiones laborales que los Millennials deben enfrentar para sostener el nivel de vida que desean son altísimas. Y no sólo por las exigencias externas sino, especialmente, por las propias exigencias. El deseo y la presión de ser exitoso, de usar las últimas marcas, de acceder a la mejor tecnología, y de sostener cierto nivel de consumo se ha vuelto una fuente de estrés.

Explica la periodista Anne Helen Petersen en una nota de Buzzfeed:”Para describir el burn out millennial hay que reconocer una multiplicidad de factores: estamos muy endeudados, trabajando más horas y con más trabajos por menos paga (con menos seguridades), pero luchando por sostener los mismos estándares de vida que nuestros padres, operando en una precariedad psicológica y física, todo esto mientras nos dicen que si trabajamos más la meritocracia prevalecerá, y que amemos lo que hacemos”.

En su artículo: “Cómo los millennials se convirtieron en la generación agotada” la periodista Anne Helen Petersen escribió “¿Por qué no puedo completar estas tareas rutinarias? Porque estoy agotada. ¿Por qué estoy agotada? Porque he adoptado la idea de que debería estar trabajando todo el tiempo. ¿Por qué he adoptado esa idea? Porque todo en mi vida ha reforzado esa idea, explícita e implícitamente, desde que era joven.”

El filósofo surcoreano Byung-Chul Han en su libro “La sociedad del cansancio” sostiene que en la sociedad actual pasamos de la explotación a la  auto-explotación. En una entrevista declaró: “Ahora uno se explota a sí mismo y cree que está realizándose”. Y agrega: “Se vive con la angustia de no hacer siempre todo lo que se puede”. De este modo si no se triunfa, es culpa de uno por no haber hecho lo suficiente. La exigencia o demanda interna no da tregua. Siempre hay que hacer más, lograr más.

Así, uno de los síntomas de época es la sensación de estar siempre híper demandados. Siempre hay cosas a las que responder. Siempre hay eventos, información, hechos, importantes o no, que convocan a responder. Pero esta demanda ya no es externa. Se trata de una presión interna que impide desconectar y descansar.

Dicen que en la actualidad no es posible estar 100% desconectado.  Algo interrumpe sin cesar. Mails, WhatsApp, notificaciones de redes sociales, memes, likes. Ya sea el trabajo, la vida social, los grupos de afinidad o pertenencia, todo insiste y reclama la respuesta inmediata.

Podemos decir que el nuevo desafío Milleniall es descansar en un mundo que no da descanso.

 

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