Tucson (AZ), 6 jun (EFEUSA).- Ante el temor a una posible avalancha de indocumentados centroamericanos, Inmigración está haciendo un esfuerzo para aclarar que los inmigrantes de esta región que están siendo liberados en el sur del país deberán seguir un proceso legal para permanecer en el país o ser deportados.

"Después de ser procesados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), las familias que quedan en un proceso de deportación pueden ser liberados bajo supervisión y tendrán que presentarse ante una oficina local del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) cerca de su dirección de destino en los próximos quince días", explicó hoy a Efe, Virginia Kice, vocera de esta agencia federal en Arizona.

Kice agregó que en ese momento el ICE tratará los casos de acuerdo a las prioridades de cumplimiento de la ley de la agencia y determinará los requisitos de supervisión, los cuales pueden ser una unidad de GPS que llevaría el representante de la familia o se les solicitará presentarse periódicamente.

La vocera explicó que algunas de estas familias deberán presentarse en la corte ante un juez y otras enfrentarán un proceso de deportación inmediato. "La situación de cada persona será evaluada individualmente y se tomará una decisión dependiendo de cada caso", puntualizó Kice.

Las autoridades se afanan por aclarar este punto ante las noticias de que los centroamericanos estaban siendo liberados bajo supervisión en diferentes partes del país debido a que en Texas no podían dar a basto con el elevado número de indocumentados de esta región que estaban entrando por la frontera sur, especialmente menores.

Esta masiva llegada de menores, muchos de ellos sin acompañantes, llevó al presidente, Barack Obama, a anunciar la creación de un equipo para coordinar la actuación de las agencias federales sobre esta situación, provocada por el aumento del 90 % en el número de niños que cruzan solos la frontera en relación al año pasado.

En este mismo sentido, el cónsul de El Salvador en Tucson, Joaquín Chacón, señaló que las personas que están siendo liberadas han recibido un permiso de estadía conocido como "parole", documento de identificación especial que permite vivir y trabajar de manera legal en el país.

"Lo que están haciendo las autoridades es que antes de soltarlos llaman a una persona aquí en Estados Unidos que se va hacer responsable y les da una dirección, porque allí les van a enviar los documentos, pues algunos tendrán que presentarse a corte", dijo Chacón a Efe.

Sin embargo, el abogado especializado en temas migratorios Fernando Romo explicó que las masivas liberaciones han creado expectativas entre los inmigrantes, que empezaron a pasar la voz de que el ingreso por Texas es sencillo.

"Tuve un cliente que me dijo: 'Ya le dije a mi familia que se venga, las mujeres y los niños, que a todos los están dejando pasar", comentó.

A pesar de esta creencia, Romo explicó que las familias liberadas no tienen garantizada su permanencia en el país y deberán iniciar un proceso migratorio para poder residir en Estados Unidos.

"Cuando les dan una deportación inmediata tienen la opción de ver a un juez y pelear su caso. Para muchos la única opción es pedir el asilo, pero es importante saber que más del 90 % de casos de asilo son denegados", comentó el abogado.

Otra de las opciones que tienen estos indocumentados es solicitar la conocida como entrevista del "miedo creíble", mediante la cual un oficial de Inmigración los cuestiona para saber los motivos por los que no pueden regresar a su país de origen, normalmente debido al temor a ser perseguidos y sufrir represalias.

En ambos casos, con el "parole" y la entrevista de miedo creíble pueden obtener un permiso de trabajo temporal, pero es un proceso que pueden demorarse meses o incluso años.

Según un reporte de la Patrulla Fronteriza estadounidense en Texas, más de 100.000 centroamericanos han sido detenidos en los siete meses que han transcurrido desde el inicio del año fiscal 2014, el 1 de octubre de 2013, mientras que en todo el año fiscal 2013 los arrestos fueron de 115.000 inmigrantes.

Para algunos críticos de la reforma migratoria el masivo ingreso de indocumentados es una muestra de que no se debe aprobar una reforma migratoria sin antes reforzar la frontera con México, aunque grupos de activistas rechazan esta posibilidad.

"No creo que esto sea un daño o una barrera para la reforma, esto lo que representa es la debilidad del sistema de inmigración. Ahora que estamos viendo que las personas son detenidas y liberadas por el ICE porque no tienen capacidad, o por lo que sea, muestra que necesitamos cambiar las leyes migratorias", dijo a Efe el activista proinmigrante Raúl Alcaraz. EFEUSA